
Una noche en Villa Gesell, conocí un lugar, y un trago que verdaderamente me transportaron a La tierra Media, no por lo que tome, que estaba buenísimo, sino porque al entrar me sentí transportado a alguna Comarca perdida dentro de un cuento de Tolkien. Y para aquellos que hayan incursionado en la literatura de este autor y leído su cuento “Egidio El Grajero de Ham”, seguramente recuerdan a Chrysophilax (así se llama el trago) Egidio y el dragón si bien no comienzan la historia muy amistosamente que digamos, al cabo de varias páginas se convierten en buenos amigos, Chrysophilax, termina siendo un Dragón Manso y Egidio deviene de simple aldeano a andante caballero. Una historia que vale la pena, para quien gusta de los libros de aventuras. Por ello es que en ese lugar perdido entre las dunas de Gesell bautizaron a este trago con el nombre del Dragón que dormía sobre un incalculable tesoro. Y para que lo puedan hacer en casa lo describo a continuación:
Ingredientes:
1 medida de Ron.
1 botella de Stout. (Cerveza Negra elaborada con un 80% de malta pálida, un 10 % de malta caramelo, un 10% de otras maltas oscuras y un toque de avena arrollada. Preferentemente 4 ases)
2 o 3 cucharadas de leche condensada.
1 poco de hielo picado.
Poner la cerveza junto al ron en la coctelera y agregar
la leche condensada, y luego el hielo. Batir hasta obtener una mezcla homogénea, si no se tiene una coctelera, (cosa que en la casa de ningún Nieto del Búho puede faltar) se puede utilizar un vaso grande y una cuchara para revolver.
Luego sentarse en la mesa, y relajarse, en una breve ceremonia servir lentamente, en vasos de chop, la mezcla.
Beberla de un trago, inclinando el vidrio a 45 grados o más.
Después, respirar hondo y
sentirse como un Dragón, sentado sobre un millonario tesoro.
Nos vemos Sergio